Antes de elegir un polar para mujer, es importante tener claro que el polar cumple una función de segunda capa o capa intermedia, proporcionando aislamiento al frío pero a la vez respirabilidad, pero no protegen de la lluvia como un
impermeable, ni son tan efectivos contra el viento como un
cortaviento. Son varios los factores que debes considerar a la hora de escoger el tuyo, pero los más relevantes tienen relación con el uso que le vas a dar y el nivel de aislamiento que vas a necesitar:
1. Tipo de actividad: no es lo mismo si buscas un polar para una actividad física de alta exigencia o para abrigarte en situaciones de bajo movimiento. Mientras más movimiento requiera la actividad, más flexible, ligera y respirable es la solución que vas a necesitar. Mientras más inerte sea tu actividad, más aislamiento vas a necesitar y por lo tanto tu polar va a tender a ser más grueso, rígido y pesado.
2. Nivel de aislamiento: los polares proporcionan diferentes niveles de calidez. Debes tener en cuenta cuánto calor necesitas según el clima y la actividad que realizarás mientras usas el polar. Se han aplicado muchas tecnologías a los polar que permiten que existan soluciones más ligeras, respirables y flexibles que también proporcionan un excelente grado de aislamiento, aunque obviamente las soluciones más abrigadas serán aquellas más gruesas.
3. Material y tecnologías: los polares generalmente están construidos de fibras sintéticas (principalmente poliéster o nylon), aunque en ocasiones pueden combinarse con fibras naturales y recurrir a otro tipo de materiales como elastano, para mejorar su ajuste y elasticidad. El tipo de tejido y gramaje también influirá en el rendimiento de la tela. Existen muchas tecnologías para proporcionar funcionalidades específicas a la tela de polar, como elasticidad, respirabilidad, aislamiento, resistencia a la abrasión, entre otras.
4. Características adicionales: algunos polares pueden tener características adicionales, como bolsillos, capuchas o cremalleras que cumplen funcionalidades muy específicas para la actividad que lo usarás.
En definitiva, lo más recomendable es leer la descripción del producto y fijarte para qué tipo de actividades está recomendado el polar, si es para uso urbano, para uso deportivo, para alta montaña, para actividades de mucho movimiento como la escalada, etc. Y no dejes de tener en consideración el peso, grosor y capacidad de aislamiento.