Mosquetones: ¿cuáles son sus formas y usos?

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Una persona sostiene una cuerda mientras trepa a un árbol.

Escaladores y montañistas ya lo saben: el mosquetón es una herramienta clave para desplegar su disciplina. Aquí te contamos sobre la evolución y modificaciones que sufrió esta herramienta en el tiempo, junto con todo lo necesario para sacarles el mejor provecho en terreno.

Originalmente diseñados a partir de grandes anillos de acero, los primeros mosquetones dieron paso a las formas ovaladas o simétricas que conocemos hoy: con dos caras exactamente iguales.

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Simetría de un mosquetón. © Adolfo Dell’ Orto.

Al estar diseñados con dos brazos paralelos simétricos, la resistencia de esta herramienta se veía reducida. Por eso, con el tiempo el diseño evolucionó en que uno de sus ejes o brazos se fabricara fuera más largo con la finalidad de concentrar la carga en uno de sus ejes, el que se encuentra más lejos del gatillo.

La diferencia no era menor y así nacieron los mosquetones asimétricos tipo D. Estos, resistentes y muy utilizados mosquetones, evolucionaron en otro modelo, también de tipo asimétrico, pero con una estructura donde su eje transversal es más amplio y se encuentra abajo de la apertura del gatillo. De esta forma, la estructura del mosquetón se volvía más ancha para agrandar el rango de la apertura del gatillo para que fuera más simple pasar cuerdas de mayor diámetro o al menos, con menor dificultad por ese espacio.

En estos dos diseños, si bien el eje o brazo longitudinal seguía resistiendo más fuerza que uno simétrico, en resistencia su efectividad era levemente inferior que uno de tipo D.

Así, finalmente nace el mosquetón HMS. Este elemento fue diseñado para trabajar de manera eficiente con el nudo UIAA o dinámico y de ahí su nombre en alemán Halbmastwurfsicherung, que significa: aseguramiento de medio ballestrinque.

En todos, la apertura mínima del gatillo debe ser 15 milímetros, excepto en los moquetones que se utilizan en vías ferratas que van desde 21 milímetros.

Un mundo variado

Es usual que al acercarte a una tienda o visitar la web para elegir un mosquetón, como el recién mencionado HMS, te encuentres con una amplia y diversa oferta de formas y colores de mosquetones. También te toparás con que existe una gran gama de variaciones sutiles entre cada implemento y que habrá marcas que buscan destacar diferentes cualidades técnicas de esta herramienta. Pero, ¿por qué tienen esas formas?, ¿varía mucho en su uso o resistencia? Pues la verdad es que sí, hay diferencias y bastante sustanciales en algunos casos. Desde ahí, a continuación, te guiamos para encontrar el más apropiado para tu disciplina favorita.

Tipos de gatillo: elegir un mosquetón con y sin seguro

Sin seguro

Robustos o rectos: Son los primeros utilizados en disciplinas como la escalada y la montaña. Como su nombre lo indica, poseen una forma recta y ofrecen mayor resistencia que los de alambre, a la hora de trabajar con cargas transversales. No obstante, este tipo de mosquetón es más pesado y suele quedarse pegado en hielo o bajo condiciones muy frías.
Mosquetón recto. © Adolfo Dell’ Orto.
Alambre: Son un 20 por ciento más livianos que los robustos o rectos, y se abren con menos dificultad al enfrentarse a golpes constantes en territorios como los rocosos o en paredes muy accidentadas. También, tienen mayor resistencia ya que poseen menos masa ante posibles “latigazos” de cuerda producidos por caídas, que los robustos o curvos. Y, además, los mosquetones de alambre no se pegan en ambientes muy fríos como en cascadas de hielo. Pero, ¿cuáles son sus contras? Frente a cargas transversales su resistencia se ve reducida entre aproximadamente 2 a 4 kilonewton (kn) y se deforma con más facilidad. Aunque siendo cuidadoso es posible evitar este tipo de inconvenientes, si ocurre hay que dar de baja el implemento.
Mosquetón curvo de alambre. © Adolfo Dell’ Orto.
Curvos: Fueron concebidos para escaladas donde se requiere facilidad para chapar o pasar la cuerda por el conjunto express mientras se asciende para proteger el paso. Este tipo de mosquetón los pueden encontrar tanto en gatillos robustos como de alambre.
Mosquetón curvo robusto. © Adolfo Dell’ Orto.
Nariz o gancho del mosquetón: Hace un buen tiempo que el problema generado por el enganche casual en la cuerda, donde se agarra como un anzuelo, fue solucionado por un diseño que evita precisamente este problema de extraer material del mosquetón. Pese a esto, todavía existe una oferta de mosquetones que mantienen esta forma.
Nariz del mosquetón. © Adolfo Dell’ Orto.

Con seguro

Este tipo de mosquetón es usado en todas las maniobras donde es elemental evitar el riesgo que la cuerda se salga durante su uso. Pese a que algunos dirán que este importantísimo punto nunca debiera suceder, ¿qué ocurre si sucede? No obstante, si solo se utilizaran mosquetones de este tipo, se entorpecerían notablemente algunas las maniobras, como pasar la cuerda por un seguro intermedio durante algún paso de cuidado. En este tipo de acciones una mano está ocupada evitando caer impidiendo el uso simultáneo de las dos manos.

Desde ahí, este tipo de mosquetón se emplearán para reuniones, sobre todo en el punto central, para conectar* los descendedores, ya sea en modo aseguramiento, para rapelear, para ascender por cuerdas fijas y una larga lista de otros usos.

Tipos de cierre

A modo general, existen 2 tipos: de rosca y automático. Esto es sólo una categoría general, pues hay muchas marcas que incorporan novedosos sistemas de cierre como de pestaña, imán, opuestos, pero los más comunes son los primeros.

De rosca: es el más usado y simple, basta con girar la rosca del gatillo hasta que quede firme. Ojo, esto último es importante porque este tipo de cierre se tiende a cerrar con mucha fuerza, consiguiendo solo que resulte mucho más trabajoso abrirlo. Esto último, en situaciones apremiantes puede resultar un verdadero problema. Por ejemplo, hay casos en que sólo se ha podido abrir un cierre de rosca con la ayuda de un alicate, haciendo que se deforme el gatillo y dejando inutilizado el mosquetón para usos posteriores.
Mosquetón asimétrico con seguro y rosca. © Adolfo Dell’ Orto.
Cierre automático: dependiendo de la marca y el modelo, puede tener dos o más movimientos para que quede cerrado, convirtiéndolo este tipo de cierre en una muy buena y segura opción para diferentes maniobras y situaciones como, por ejemplo, con el autoseguro. Muchas veces puede resultar algo engorroso de abrir, pero el fin último de este tipo de mosquetón es precisamente esto: que resulte engorrosa su apertura para evitar que se abra accidentalmente.
Mosquetón con seguro. © Adolfo Dell’ Orto.

Esto último vale la pena señalar, pues es común que se evite este tipo de mosquetones al creer erróneamente que los de tipo rosca son más fáciles de abrir. Sin embargo, es lo opuesto: ellos se elaboran para que siempre queden cerrados, bloqueados y para no para ayudar en la apertura. Además, y por si fuera poco, con un poco de práctica resultan muy fáciles de manipular, incluso con guantes. Por lo que son muy prácticos.

Tipos de mosquetones

Tipo B: Básicos (asimétricos): Son los más utilizados y puede ser con o sin seguro. Son fundamentales para confeccionar reuniones, en conjuntos expreses y otras maniobras. La forma tipo “D” permite que el mosquetón trabaje siempre sobre su eje más largo, el de mayor resistencia, y no en el recto que es dónde se ubica el gatillo. Mientras más abierto es el ángulo entre el eje recto y el largo, más fácil resulta pasar cuerdas de mayor diámetro u otro material, pero también se reduce ligeramente su resistencia.¿Un tip? Debido al ángulo que se genera entre el eje o brazo longitudinal y la sección donde se apoya la cuerda, no se puede utilizar el nudo dinámico en estos dispositivos, pues se traba.

Resistencias mínimas:
Eje longitudinal cerrado: 20 kn.
Eje longitudinal abierto: 7 kn.
Eje transversal, gatillo cerrado: 7 kn.

Mosquetón asimétrico con cierre de rosca. © Adolfo Dell’ Orto.

Mosquetón asimétrico recto. © Adolfo Dell’ Orto.
Tipo H (HMS): Diseñados con el propósito de aplicar el nudo dinámico o UIAA en situaciones de descenso o aseguramiento. Gracias a su forma, permite que el nudo u otros (descendedor, por ejemplo), pueda pivotar o caminar sin apretarse, como en un mosquetón tipo B. Contrario a lo que cree, debido a sus dimensiones, no es el mosquetón que más carga resiste, precisamente porque su forma hace que la carga pueda situarse lejos de los ejes de mayor resistencia (al medio) o bien moverse generando fuerzas transversales. Por lo tanto, se debe evitar usarlo en situaciones donde se debe utilizar uno de tipo B. En la simbología grabada en el brazo sin gatillo, aparece una letra H dentro de un círculo.Resistencias mínimas:
Eje longitudinal cerrado: 20 kn.
Eje longitudinal abierto: 6 kn.
Eje transversal, gatillo cerrado: 7 kn.

Mosquetón HMS cierre rosca. © Adolfo Dell’ Orto.
Tipo K (Klettersterig): vías ferratas
Aunque este mosquetón escapa al uso de montañismo y escalada clásicos, es interesante conocer algunas características. Tiene una mayor resistencia que los de tipo B y pueden soportar fuertes golpes producidos por caídas en el cable hasta el siguiente seguro. Este cuenta con cierre automáticos y tiene un ángulo de apertura del gatillo mayor que los utilizados en montaña (21 vs 15 mm). Bajo ningún punto de vista se puede usar otro tipo de mosquetón para vías ferratas.Resistencias mínimas:
Eje longitudinal cerrado: 25 kn.
Eje longitudinal abierto: 8 kn.
Eje transversal, gatillo cerrado: 7 kn.
Klettersterig: vía ferrata en alemán.

Mosquetón tipo K vía ferrata. © Adolfo Dell’ Orto.
Tipo X (ovales); simétricos: Fueron los primeros mosquetones que fueron utilizados en montaña y escalada, pero son los que menos se utilizan en situaciones de cargas importantes, pues son los que tienen menor resistencia. De hecho, se les denominan “de carga baja”. Esto no quiere decir que sean inseguros ni mucho menos, si no que su uso se limita a roldanas o poleas y a dispositivos autobloqueantes de caras laterales fijas y móviles. Esto ya que para el casol caso de las primeras, no deforma la cara del mosquetón al no contar con un ángulo exagerado como el caso del mosquetón tipo B.Resistencias mínimas:
Eje longitudinal cerrado: 18 kn.
Eje longitudinal abierto: 5 kn.
Eje transversal, gatillo cerrado: 7 kn.

Mosquetón oval sin seguro. © Adolfo Dell’ Orto.

Mosquetón oval con seguro. © Adolfo Dell’ Orto.
Tipo T (Termination): Son mosquetones tipo H o B que incorporan un sistema de fijación en el ángulo más cerrado del dispositivo. Esto evita el giro accidental que se produce al perder la tensión, pudiendo generar peligrosas cargas transversales. Existen diferentes formas, siendo posible encontrar modelos con una pestaña de alambre, con piezas rígidas de plásticos que se bloquean o con alargamiento de un brazo del eje.Resistencias mínimas:
Eje longitudinal cerrado: 20 kn.
Eje longitudinal abierto: 7 kn.
Eje transversal, gatillo abierto: igual que uno tipo B. Algunas marcas no lo especifican, pero la incorporación de estas pestañas, impiden que gire, generando cargas transversales.

Mosquetón tipo T automatico. © Adolfo Dell’ Orto.
Tipo Q (Quicklink), Maillones: Son simples y prácticos mosquetones confeccionados inicialmente en acero, pero desde hace un tiempo en zicral, material que los vuelve bastante más livianos. No tienen gatillo, tienen cierre de rosca y son de origen industrial.Estos son usados principalmente para montar reuniones en montaña o rutas de escalada para descuelgues, así como en vías sin finalizar, colgando de alguna de las chapas. Son muy económicos y tremendamente resistentes, pero algo pesados. Es muy útil contar con algunos pocos en el rack de escalada. Existen triangulares, ovales o con forma de D.Aunque podrían corresponder a otra categoría, los mosquetones de acero son muy empleados en reuniones y descuelgues, pues además de su gran resistencia, soportan mucho mejor que maillones la abrasión y desgaste, aunque son muy pesados. Algunas marcas deportivas cuentan con una sección de acero en la zona donde se apoya la cuerda (cintas express), precisamente para evitar tal desgaste.

Resistencias mínimas:
Eje longitudinal cerrado: 25 kn.
Eje longitudinal abierto: 7 kn.
Gran resistencia frente a cargas triaxiales, así como transversales.

Mosquetón de tipo Q Maillon. © Adolfo Dell’ Orto.
Tipo A: Solo una marca lo elabora: Kong, con su modelo Frog. Diseñado para chapajes complejos o alejados. Al introducir el dispositivo por la chapa, este se cierra automáticamente, permitiendo pasar la cuerda por el mosquetón inferior o bien incorporando otro conjunto exprés.Hay sistemas similares de otras marcas, que incorporan una cinta rígida y larga para alcanzar seguros alejados o con riesgo de caída hasta el suelo.
Mosquetón de tipo A. © Adolfo Dell’ Orto.

Como extra: Partes del mosquetón

Todos los mosquetones —más allá de sus formas según los diferentes usos— están constituidos por diferentes partes, las que se pueden ver a continuación en esta imagen: